ESPACIAL EMO
- Reproduce el movimiento toroidal.
- Armoniza los espacios.
- Crea una malla de vibración coherente.
- Minimiza las radiaciones electromagnéticas nocivas.
ESPACIAL EMO
La naturaleza crea y recicla de forma organizada y sin arbitrariedad. Este proceso se sustenta fundamentalmente en el flujo implosión/explosión. La geometría capaz de mantener este flujo es el toroide.
Los Sistemas Solares, la Tierra, el Cuerpo Humano y hasta los más pequeños Microorganismos participan de este flujo y organizan sus energías a través de esta geometría.
El Espacial Emo al reproducir el movimiento toroidal permite que la energía recorra un camino de autosustentación y retroalimentación y eso provoca que la estructura resultante sea necesariamente un sistema armónico.
El Espacial Emo nos ayuda a mantener un entorno protegido de frecuencias caóticas y a potenciar las frecuencias de equilibrio que nuestro cuerpo precisa. No impone ninguna vibración específica, suaviza e iguala las frecuencias existentes conformando una malla energética armónica, de un área aproximada de 60 m de diámetro.
No requiere de limpiezas energéticas particulares, basta con mantenerlo limpio de polvo y manchas y en una correcta posición vertical.
Funciona de la siguiente manera
La Energía es atraída hacia el punto cero de implosión que es el punto donde se produce la máxima densidad y donde se manifiesta la materia y posteriormente esa Energía y esos lazos se van dispersando para volver a ser recogida por el flujo toroidal que la reintroduce en el sistema.
Los Sistemas Solares, la Tierra, el Cuerpo Humano, el Corazón, los más minúsculos microorganismos, organizan sus Energías de esta manera:
—Un vórtice empuja la Energía hacia dentro del Toroide, otro vórtice la proyecta hacia fuera y es recuperada de nuevo por el perímetro exterior del toroide—.
El Espacial Emo es una representación de la Respiración del Universo.
Argumen-tación
Todo lo que existe participa de las Formas, Ritmos e Información que caracteriza a la manifestación en este Universo, si no fuera así, simplemente se dispersaría y carecería de identidad.
Nuestro entorno constituye un tapiz Emisor de frecuencias de distinto origen (p. ej. telúricas, biológicas, artificiales,…) que darán lugar a resultados de orden o desorden y con las que por Resonancia vamos a sintonizar.
Hoy en día estamos expuestos, de una manera sistemática y descontrolada, a frecuencias caóticas con las que inevitablemente debemos de lidiar, obligando a nuestro organismo a tratar de mantener su propia vibración frente al entorno o aceptar (ponerse en fase) con la frecuencia dominante en cada momento.
Cualquiera de las dos opciones tienen un alto coste en términos energéticos. Ni la resistencia permanente, ni la asunción de frecuencias caóticas puede ser un estado estable y sano para nuestros cuerpos.
Existe la necesidad de establecer un entorno compatible y benéfico que resguarde y potencie nuestras frecuencias armónicas naturales. El Espacial Emo responde a esta necesidad.
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